martes, 29 de marzo de 2011

EL SINDROME DEL CUIDADOR. Parte 2

EL SINDROME DEL CUIDADOR. Parte 1


           Nombre: Sara Mª Redondo Miguélez

           Los síntomas  más frecuentes que sufren los cuidadores principales son: cefalea tensional, agotamiento, fatigabilidad, insomnio y trastornos gastrointestinales; estos síntomas habitualmente no tienen una causa  orgánica explicable, frecuentemente se asocia a quejas físicas y dolores que muy frecuentemente  son cuestionados  como signos de algo grave.
            Dentro de los síntomas psicológicos que conforman este síndrome y en relación a los cuidados  al enfermo podemos destacar:
-          Síndrome del odio a los cuidados:  se caracteriza por una falta de entusiasmo   por los cuidados, dificultad para  levantarse e iniciar  las tareas diarias, depresión, tensión, irritabilidad, frustración, cinismo, negativismo, reducción de las horas de trabajo  efectivo y relajación de las obligaciones.
-          Síndrome del debo hacerlo todo: excesivo compromiso, dedicación y aumento de las horas de trabajo aunque con menor productividad.


            Es necesario prestar atención a los siguientes  signos: cambios de comportamiento  no habituales, cambios de actitud hacia el enfermo, hacia otros cuidadores, rechazo a iniciar los cuidados, aumento  de los mecanismos de defensa,  disminución de la autoestima, rigidez  de conducta, cambios físicos,  emocionales y trastornos en los hábitos de vida.

            La aparición del síndrome del cuidador es paulatina, pasando por una serie de fases:
-          Primera fase: donde aparece una des(adecuación)  entre las demandas excesivas y los recursos que el cuidador posee, los cuales pueden ser profesionales, psicológicos, económicos, etc.
-          Segunda fase: Está relacionada con el sobreesfuerzo que el cuidador realiza, lo que provoca  ansiedad, fatiga, irritabilidad, estrés, agresividad, tensión hacia los cuidadores auxiliares y tendencia a encerrarse en uno mismo
-          Tercera fase: el cuidador sufre un distanciamiento  emocional, un aislamiento progresivo y una rigidez afectiva. Es en esta fase donde   sufre una serie de alteraciones  que podemos agrupar de la siguiente manera
·         Psicosomáticas: entre las que se encuentran dolores osteoarticulares, cefaleas, gastritis, insomnio, hipertensión, mareos,…
·         Emocionales: cambio en el carácter, irritabilidad, baja autoestima, y deseo de abandono.
·         Defensivas: frialdad afectiva, ironía, distanciamiento con el paciente y con el entorno.
·         Conductuales: el cuidador adopta riesgos innecesarios como por ejemplo abuso de fármacos, alcohol, tabaco. Dentro de este grupo no podemos olvidar el absentismo laboral.
·         Generales: presentan dificultades de concentración, pérdida de memoria, deficiencias a la hora de razonar y constantes dudas respecto  a los cuidados  que presta al enfermo.


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¿Quién es el autor de este artículo?

Sara Mª Redondo Miguélez
Licenciada  en Psicología   Nº 2663
Máster en Gerontología Social Aplicada
Máster en Dirección de Centros y Servicios para la Dependencia
Email:sararedondo3@hotmail.com



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