viernes, 3 de junio de 2011

MALTRATO A PERSONAS MAYORES: EL PERFIL DEL AGRESOR (1)

    Nombre: J. Daniel Rueda Estrada



            Nos centraremos en este comentario a el agresor de personas mayores que viven en su entorno familiar, dejando para otro momento, lo referido al agresor de personas mayores que se encuentran viviendo en residencias de mayores.

            Son muchos los estudios que han intentado conocer si el agresor de las víctimas de malos tratos a personas mayores, responde a algún perfil determinado. El tema es muy interesante, ya que si se pudiera determinar un factor o factores con relación causa-efecto entre determinados rasgos o condiciones personales y/o sociales y el comportamiento agresivo, se podrían prevenir los malos tratos e incluso  plantear programas o servicios orientados al apoyo y tratamiento de las personas agresoras.

            Ningún estudio ha podido determinar relaciones causales. Lo cierto es que el maltrato a personas mayores lo propician personas de todas las clases sociales, con formaciones diversas, con situaciones económicas y sociales distintas y de cualquier edad. Este hecho invalida las ideas o creencias de que el agresor tiene una personalidad determinada, que suele ser adicto a determinadas sustancias, como alcohol o drogas, o que es una persona sin recursos económicos que vive a costa de la víctima. Incluso se ha planteado que el agresor suele haber sido víctima de malos tratos por la persona mayor cuando esta persona tenía poder sobre él y que al convertirse en cuidador, reproduce un comportamiento agresivo, como forma de “vengarse” de la experiencia anterior.
           
            No negamos que todos estos factores pueden explicar determinadas conductas y determinadas situaciones, pero no podemos generalizarlas con el fin de establecer un prototipo de maltratador o de agresor.

         En el  entorno familiar, es cierto que los cuidadores, casi siempre familiares, ya sean esposos, hijos, nietos o cualquier otro parentesco,  son generalmente los agresores; entre ellos, encontramos personas que carecen de formación, que viven en situaciones de precariedad, que pueden sufrir determinadas adiciones que afecten a su conducta, pero ello no nos lleva a concluir que ese perfil predetermine o propicie una conducta agresiva. Personas con situaciones y perfiles similares no actúan de la misma forma. Incluso, el haber sufrido en la infancia malos tratos o el haber visto actitudes de maltrato hacia las personas mayores por parte de sus familiares, no supone que esas conductas aprendidas o vividas sean necesariamente reproducidas cuando se está al cargo de una persona mayor. La “Resiliencia”, pone de manifiesto que no todo comportamiento aprendido en la infancia ha de ser reproducido en la vida adulta.


            Otros estudios han abordado el análisis del maltrato de cuidadores de personas mayores en situación de dependencia; estos estudios han intentado analizar también como causa de conductas de maltrato por parte de los cuidadores, el nivel de estrés, la sobrecarga a que se ve sometida la persona cuidadora, incluso la dificultad de relación entre el cuidador y la persona mayor, como consecuencia del carácter difícil de la persona mayor. Sin duda todos estos aspectos también hay que considerarlos, sobre todo para ver qué apoyos necesitan los cuidadores para afrontar de la mejor forma las tareas del cuidado, prestar un servicio de calidad tanto para la persona mayor como para el cuidador.

            Según un estudio, publicado por el Centro Reina Sofía, las características de los agresores ofrecen este perfil: el 50% son hombres, el 60% tienen más de 64 años, el 50% son pareja de la víctima; el 80% están casado o viven en pareja; el 4% tiene algún problema físico, el 6% sufre estrés, ninguno tiene antecedentes penales.

            Cuando el agresor es cuidador de la persona mayor, el mismo estudio, ofrece los siguientes datos: el 80% son mujeres, el 80% tiene más de 40 años, el 60% son hijos de la víctima, el 40% tiene algún trastorno psicológico y el 70% se sienten sobrepasados por la situación de cuidado.



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¿Quién es el autor de este artículo?



DATOS PERSONALES:

Nombre: J. Daniel Rueda Estrada.

Dr. en Sociología y Diplomado en Trabajo Social.

Profesor Titular de Universidad.

Facultad de Educación y Trabajo Social. Universidad de Valladolid.

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