Desde hace años son muchos los profesionales de la salud y los servicios sociales que vienen denunciando y alertando sobre situaciones que sufren algunas personas mayores como consecuencia de la edad y de las limitaciones derivadas del envejecimiento. Nos referimos al tema de los malos tratos. El deterioro físico y mental que suele venir unido al envejecimiento, hace que muchas personas mayores se encuentren en una situación de vulnerabilidad y se hagan dependientes de familiares, cuidadores y profesionales para poder mantener una cierta autonomía y calidad de vida. Es en estas situaciones donde se empiezan a denunciar casos de abuso, maltrato, negligencia, abandono, planteándose investigaciones para cuantificar el problema, identificar las causas y planificar líneas de intervención.
Definición del maltrato
No existe una definición universalmente asumida y aceptada sobre el maltrato. Aspectos socioculturales, éticos y legales explican en gran medida la falta de una definición homogénea, lo que representa un problema para el avance de la investigación científica, especialmente a la hora de determinar la prevalencia e incidencia del problema, su naturaleza y etiología y establecer posibles comparaciones entre resultados.
El maltrato a personas mayores consiste en realizar “un acto u omisión, que causa daño o angustia, vulnera o pone en peligro la integridad física, psíquica o económica, atenta contra la dignidad, autonomía y respeto de los derechos fundamentales del individuo, realizado de forma intencionada o por negligencia, sobre una persona mayor, y que se produce en el marco de una relación en la que el agresor se considera en situación de ventaja o superioridad sobre la persona agredida, ya sea por razón de género, edad, vulnerabilidad o dependencia” .
Escenarios en los que se produce el maltrato
En cuanto a los escenarios en los que se producen y detectan los malos tratos podemos hablar de tres escenarios diferentes, uno que podríamos denominar sociocultural, otro el doméstico o familiar y el otro, el institucional.
- El maltrato social: se produce cuando a las personas mayores se les discrimina por razones de edad, creándose una opinión social, a veces a través de los medios de comunicación, poco favorable e incluso negativa sobre la vejez. Dentro de esta valoración social entra también las conductas y costumbres sociales que entienden la vejez como una etapa de la vida que solo supone deterioros, gastos, improductividad, etc. En esta línea no se puede obviar la falta de respeto y prejuicios contra el mayor, pues los prejuicios y estereotipos se traducen en actitudes irrespetuosas y negativas hacia el anciano.
- El maltrato familiar. Es el producido por las personas que forman parte de la red más directa y próxima de las personas mayores, y que habitualmente conviven en su propio domicilio El entorno familiar, sobre todo cuando la persona mayor reside en su domicilio habitual y requiere algún apoyo prestado por familiares o cuidadores informales, representa un espacio en el que se producen abusos, negligencias y malos tratos, debido a la relación que se establece entre la persona mayor y su cuidador.
- El maltrato institucional: Es el maltrato que reciben las personas mayores en centros residenciales, sociales (geriátricos) o sanitarios, producidas por personas que tienen una obligación legal o contractual de proveer cuidados y protección a esa persona mayor.
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¿Quién es el autor de este artículo?
Nombre: J. Daniel Rueda Estrada
Dr. en Sociología y Diplomado en Trabajo Social
Profesor Titular de Universidad.
Facultad de Educación y Trabajo Social. Universidad de Valladolid
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