Para detectar si una persona mayor es objeto de maltrato económico, existen una serie de indicadores o evidencias, entre las que citamos:
- Cambios repentinos de la cuenta bancaria o en las prácticas bancarias, incluyendo reintegros inexplicados de grandes sumas de dinero por una persona acompañante del anciano.
- Inclusión de nombres adicionales en la cartilla bancaria del anciano.
- Reintegro desautorizado de los fondos del anciano empleando su tarjeta de crédito.
- Efectuar compras personales con cargo a los bienes, patrimonio o recursos de la personas mayor, sin su consentimiento o mediante coacción.
- Cambios bruscos en el testamento u otros documentos financieros.
- Desaparición inexplicable de fondos o pensiones valiosas.
- Descubrimiento de la firma falsificada de un anciano para transacciones financieras o adueñarse del título de sus posesiones.
- Aparición repentina de parientes antes desentendidos reclamando sus derechos sobre los negocios o posesiones de un anciano.
- Transferencia repentina o inexplicada de bienes a un miembro de la familia o a alguien ajeno a ella.
- Cobro de las pensiones a cambio de los cuidados y atenciones, sin estar previamente acordadas estas transacciones por servicios.
- Utilización indebida de los haberes, ingresos o ahorros del mayor para adquirir bienes o servicios personales.
- Presión psicológica sobre el mayor por parte de familiares o cuidadores para modificar su voluntad respecto a bienes económicos, o para exigir una aportación económica para un fin particular.
- Utilización abusiva de las pertenencias del mayor o de los servicios del mayor por parte del cuidador (uso del teléfono para asuntos personales sin ninguna justificación).
- Pretender vivir gratuitamente a expensas de la persona mayor.
- Explotación del anciano en contra de su voluntad, utilizando sus recursos económicos, propiedades o cualquier otro tipo de bienes para obtener ganancias personales.
- Robos crónicos por parte de terceras personas abusando de la falta de conocimientos, manejo del dinero, confianza del anciano...
- Administrar los bienes o patrimonio del mayor, incapacitado legalmente o no, gastando más de lo necesario o privándole de servicios o cuidados necesarios.
- No proporcionar al anciano condiciones de seguridad y confort (ausencia de atención del cuidador).
- Sustracción de objetos que dejan incomunicados y aislados a la persona mayor (televisor, radio...).
- Obligar a una persona mayor a ejercer la mendicidad o realizar trabajos de economía sumergida.
Además de estos comportamientos se pueden dar también otro tipo de presiones inducidas con el fin de obtener de manera ilícita determinados favores o recompensas económicas:
- Hacer firmar a la persona documentos jurídicos que no ha comprendido.
- Impedir que reciba ayuda jurídica.
- Obligarle a salir de su casa o a renunciar a sus propiedades.
- Comprarle alcohol o drogas.
- Realizar un determinado trabajo a cambio de obtener más dinero.
- No proporcionarle ayuda cuando abusa del alcohol o drogas.
- Obligarle a hacer o modificar su testamento.
- Cambiar su estado matrimonial.
- Inducirle a dar dinero a parientes u otros cuidadores.
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¿Quién es el autor de este artículo?
DATOS PERSONALES:
Nombre: J. Daniel Rueda Estrada.
Dr. en Sociología y Diplomado en Trabajo Social.
Profesor Titular de Universidad.
Facultad de Educación y Trabajo Social. Universidad de Valladolid.
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