miércoles, 4 de mayo de 2011

EL MALTRATO ECONOMICO-FINANCIERO EN PERSONAS MAYORES. Parte 2

MALTRATO ECONOMICO-FINANCIERO. Parte 1



Nombre: J. Daniel Rueda Estrada


         Para detectar si una persona mayor es objeto de maltrato económico, existen una serie de indicadores o evidencias, entre las que citamos:

-         Cambios repentinos de la cuenta bancaria o en las prácticas bancarias, incluyendo reintegros inexplicados de grandes sumas de dinero por una persona acompañante del anciano.

-          Inclusión de nombres adicionales en la cartilla bancaria del anciano.

-          Reintegro desautorizado de los fondos del anciano empleando su tarjeta de crédito.

-          Efectuar compras personales con cargo a los bienes, patrimonio o recursos de la personas mayor, sin su consentimiento o mediante coacción.

-          Cambios bruscos en el testamento u otros documentos financieros. 

-          Desaparición inexplicable de fondos o pensiones valiosas.

-          Descubrimiento de la firma falsificada de un anciano para transacciones financieras o adueñarse del título de sus posesiones.

-          Aparición repentina de parientes antes desentendidos reclamando sus derechos sobre los negocios o posesiones de un anciano.

-          Transferencia repentina o inexplicada de bienes a un miembro de la familia o a alguien ajeno a ella.

-          Cobro de las pensiones a cambio de los cuidados y atenciones, sin estar previamente acordadas estas transacciones por servicios.

-          Utilización indebida de los haberes, ingresos o ahorros del mayor para adquirir bienes o servicios personales.

-         Presión psicológica sobre el mayor por parte de familiares o cuidadores para modificar su voluntad respecto a bienes económicos, o para exigir una aportación económica para un fin particular.

-          Utilización abusiva de las pertenencias del mayor o de los servicios del mayor por parte del cuidador (uso del teléfono para asuntos personales sin ninguna justificación).

-          Pretender vivir gratuitamente a expensas de la persona mayor.

-         Explotación del anciano en contra de su voluntad, utilizando sus recursos económicos, propiedades o cualquier otro tipo de bienes para obtener ganancias personales.

-        Robos crónicos por parte de terceras personas abusando de la falta de conocimientos, manejo del dinero, confianza del anciano...

-        Administrar los bienes o patrimonio del mayor, incapacitado legalmente o no, gastando más de lo necesario o privándole de servicios o cuidados necesarios.

-          No proporcionar al anciano condiciones de seguridad y confort  (ausencia de atención del cuidador).

-          Sustracción de objetos que dejan incomunicados y aislados a la persona mayor (televisor, radio...).

-          Obligar a una persona mayor a ejercer la mendicidad o realizar trabajos de economía sumergida.

    

    Además de estos comportamientos se pueden dar también otro tipo de presiones inducidas con el fin de obtener de manera ilícita determinados favores o recompensas económicas:


-          Hacer firmar a la persona documentos jurídicos que no ha comprendido.

-          Impedir que reciba ayuda jurídica.

-          Obligarle a salir de su casa o a renunciar a sus propiedades.

-          Comprarle alcohol o drogas.



-          Realizar un determinado trabajo a cambio de obtener más dinero.

-          No proporcionarle ayuda cuando abusa del alcohol o drogas.

-          Obligarle a hacer o modificar su testamento.

-          Cambiar su estado matrimonial.

-          Inducirle a dar dinero a parientes u otros cuidadores.


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¿Quién es el autor de este artículo?



DATOS PERSONALES:

Nombre: J. Daniel Rueda Estrada.

Dr. en Sociología y Diplomado en Trabajo Social.

Profesor Titular de Universidad.

Facultad de Educación y Trabajo Social. Universidad de Valladolid.

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